El ADN es como un manual de instrucciones que está dentro de nuestras células. Contiene información que determina muchas cosas sobre nosotros, como el color de ojos, o si podemos tener ciertas enfermedades.
Las pruebas genéticas son análisis que estudian ese manual para encontrar cambios o “errores” que pueden causar enfermedades o afectar cómo respondemos a tratamientos médicos.
¿Para qué sirven estas pruebas?
- Mejorar el pronóstico: Saber cómo puede evolucionar la enfermedad para actuar a tiempo.
- Prevenir enfermedades: Saber si tenemos riesgo de desarrollar alguna enfermedad para cuidarnos mejor.
- Diagnosticar con precisión: Ayudan a entender qué enfermedad tenemos, especialmente si es rara o complicada.
- Elegir el mejor tratamiento: Algunas medicinas funcionan mejor en unas personas que en otras; estas pruebas ayudan a decidir cuál es la mejor.

Por ejemplo: Imagina que una persona tiene una enfermedad del corazón difícil de detectar. Antes, se diagnosticaba cuando ya estaba muy avanzada. Ahora, con una prueba genética, se puede descubrir antes y empezar un tratamiento específico.